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“Si todos los ‘bichos’ desaparecieran de golpe mañana, no llegaríamos a finales de año”

Cuando pensamos en artrópodos, a menudo nos vienen a la mente imágenes de criaturas pequeñas y escurridizas que generalmente evitan nuestra atención. Sin embargo, Fernando Cortés-Fossati, autor de Mucho más que bichos (publicado por la editorial Pinolia), está aquí para cambiar nuestra perspectiva sobre estos animales y mostrarnos la vital importancia que tienen en nuestros ecosistemas. Con un estilo desenfadado y provocativo, Cortés-Fossati se adentra en el mundo de los artrópodos para desmitificar estos seres y resaltar su papel crucial en el equilibrio de la vida en la Tierra.

En una conversación exclusiva con el autor, exploramos cómo su enfoque único ha dado vida a su libro y por qué cree que es fundamental cambiar la percepción pública sobre los artrópodos. Cortés-Fossati, un investigador apasionado con una sólida trayectoria en ecología y divulgación científica, nos ofrece una perspectiva fresca y necesaria sobre estos invertebrados, cuyo impacto es a menudo subestimado.

‘Psilothrix cyaneus’. Fotografía cedida por Juan Carlos Martín.

Pregunta. ¿Qué te inspiró a adoptar un estilo tan desenfadado y provocativo para hablar sobre los artrópodos en este libro?

Respuesta. He decidido darle ese tono al libro porque, tras más de 12 años haciendo divulgación científica, siento cada vez más esencial el acercar la ciencia a la gente de a pie. Actualmente sigue habiendo muchas barreras para que el conocimiento que generamos los científicos sea accesible para el grueso de la población. La ingente cantidad de ciencia que se genera no debería quedarse en la publicación de artículos. Debería compartirse con la población en un lenguaje accesible para todos, que alcance al público más amplio posible. De lo contrario, estamos contribuyendo a agrandar la brecha, a fomentar la desconexión, entre el conocimiento puntero y la sociedad. Y una sociedad desconectada del conocimiento es más vulnerable a la desinformación. En este punto, la divulgación es fundamental, para educar e informar con rigor, pero también para suscitar el interés por saber. Y ese es mi objetivo principal. Creo que, para ello, la diversión, la fascinación y la positividad juegan un papel fundamental. Por eso, opté por un enfoque cercano, divertido y provocativo, ¡también porque es natural para mí… y es que, en parte, soy así! En definitiva, creo que es posible hacer algo atractivo y riguroso para llegar a ese 99% de la población que no son científicos, pero que a la vez son la mayor fuerza que puede generar un cambio positivo, especialmente en un momento tan complicado como el que estamos viviendo.

P. ¿Cuál consideras que es el mayor desafío al que se enfrentan los artrópodos en la actualidad?

R. Sin duda, el mayor desafío al que se enfrentan los Artrópodos, tanto en el mar como en la Tierra, es sobrevivir a los fuertes impactos negativos que el ser humano está provocando sobre sus comunidades. Estos animales, absolutamente imprescindibles para el funcionamiento de la realidad que conocemos, están viendo diezmadas sus poblaciones por la contaminación, la sobrepesca, la fragmentación de los hábitats, el cambio climático, la acidificación oceánica… y muchos otros frentes. Demasiados. Como ya ha apuntado la comunidad científica para los Insectos –idea que sin duda podría ser extendida a todos los Artrópodos en general– está sufriendo una “muerte por mil cortes”.


Algunos insectos tienen problemas para continuar en sus hábitats naturales. Fuente: Designer / Eugenio Fdz.


Eugenio M. Fernández Aguilar

Una mantis religiosa hembra devorando a un macho de su especie. Es probable que el caso de los insectos de la familia Mantidae sea el más conocido de canibalismo en el reino animal. Foto: GettyGetty

P. En tu opinión, ¿por qué existe un estigma social tan grande hacia ciertos artrópodos, y cómo crees que podemos superarlo?

R. Existen diversas propuestas para explicar el rechazo generalizado hacia estos animales, pero está claro que la cultura influye fuertemente en su percepción negativa. Aunque algunos entran en conflicto con los humanos al transmitir enfermedades o estropear alimentos, no han nacido para hacer el mal. Muchos simplemente encuentran entornos adecuados en torno al ser humano y prosperan allí. Nosotros les hemos creado un lugar propicio para ello, sin quererlo. No es que lo hagan con intención de molestar, solo hacen aquello para lo que están mejor preparados. Por ello, en lugar de desear su extinción, en estos casos de conflicto artrópodo-humano, es crucial buscar soluciones sostenibles basadas en la ciencia, y no percibir a todos los artrópodos como enemigos a exterminar. Apostemos por la ciencia, por la medicina, pero no roguemos al cielo que se extingan todos los bichos del mundo, que parece que solo viven para amargarnos la existencia. Porque, si tuviéramos que resumirlo en una frase, los Artrópodos nos dan la vida. Si es necesario controlar una plaga de “cuquis” en la cocina, claro que hay que hacerlo, pero es esencial educar a la ciudadanía para que no haga extensible esta idea de “artrópodo conflictivo” a todo “bicho” que pase cerca de nosotros y en cualquier lugar, porque la finalización lógica de ese tren de pensamiento es que todo animal considerado bicho debe ser exterminado y aplastado con la zapatilla, repte, vuele o nade. Es diferente decir “las cucarachas son malas” a decir “es necesario controlar una plaga de cucarachas en casa porque puede traernos problemas”. Esa reacción de “pisar por si acaso es malo” es re-educable. Hasta hace unos siglos, las mariposas que ahora tanto gustan a la gente solían ser percibidas como seres demoníacos. Si esa percepción pudo transformarse en fascinación, hoy también podemos cambiar nuestra impresión general sobre estos animales. Un cambio en el que por supuesto la educación, la divulgación científica, juega un papel crucial en ello. Con este libro y mi labor diaria, quiero contribuir a eliminar los estigmas que sufren estos animales, para que la sociedad comience a apreciarlos y entienda el impacto que nuestras acciones tienen en sus vidas.

Con su estilo desenfadado, Cortés-Fossati revela la importancia crucial de los artrópodos para la salud de nuestros ecosistemas. Fotografía cedida por el autor.

P. ¿Qué papel juegan los artrópodos en los ecosistemas que consideras más subestimado o desconocido por el público en general?

R. Tal vez, uno que pasa muy desapercibido es su papel como recicladores de nutrientes, en la cantidad de miles de millones de toneladas de materia orgánica que reciclan estos organismos cada año en todos los ecosistemas del mundo, y que contribuyen a la fertilidad de los campos, de los bosques y los océanos. Es impagable, insustituible.

P. El libro menciona el peligroso declive de los artrópodos. ¿Qué medidas crees que son urgentes para detener esta tendencia?

R. Con los artrópodos, socialmente, estamos todavía en una fase de despreocupación, la mayor parte de las veces por mero desconocimiento por parte de la población. Todo el mundo está concienciado del drama de los osos polares o las ballenas. ¿Pero qué pasa con los “bichos”? Si el conocimiento no se comparte, no existe. Por ende, si un problema detectado en la esfera científica no llega al resto de la sociedad, la gente ni se va a interesar por él ni va a intentar solucionarlo. En este punto, creo que lo más urgente es divulgar sobre estos animales para que la sociedad se interese, lea sobre ellos, busque información y se conciencie del problema que están sufriendo. Pero todo pasa primero por ponerles cara, nombre, o sorprenderse con sus curiosos ciclos de vida. Obviamente, es imprescindible que los científicos sigamos trabajando en comprender mejor a estos animales, proponer estrategias de conservación y promover marcos legislativos para protegerlos a ellos y a sus ecosistemas. Sin embargo, si toda la ciudadanía siente el problema como propio, el empuje para proteger a estos organismos sería inconmensurablemente mayor.

A través de su nueva obra, Cortés-Fossati nos muestra cómo los artrópodos son esenciales para la vida en la Tierra. Foto: JLGutierrez / Istock

P. ¿Cómo crees que la biología molecular ha cambiado nuestra comprensión de la filogenia de los artrópodos?

R. Desde su aparición hace unas décadas, las técnicas de biología molecular lo han cambiado todo, y lo están cambiando todo, en cuanto al campo de la filogenia se refiere. Nunca se había tenido tanta precisión para conocer los grados de parentesco entre los seres vivos. Y aparecen metodologías más precisas, más rápidas, año a año. Esto, unido a las técnicas basadas en estudios de morfología, está dando lugar a resultados sorprendentes que hace tan solo cincuenta años no se podían ni soñar. Estos avances nos han permitido confirmar algunas cosas que a la gente de a pie le sorprende mucho. Por ejemplo, desde los 2010 sabemos a ciencia cierta que el grupo de los Crustáceos no es válido desde el punto de vista científico, o que las termitas son en realidad cucarachas. También sabemos desde hace poco, que esas especies de artrópodos actuales que llamamos triops, y que supuestamente eran ancestrales, en realidad tienen una antigüedad muchísimo menor de lo que se había pensado.

P. ¿Puedes compartir alguna anécdota o descubrimiento inesperado que experimentaste durante la investigación para este libro?

R. ¡Uy, qué difícil! Mucha de la información del libro bebe de experiencias personales trabajando con estos animales. Contaré la vivencia reciente. Mientras tomaba datos sobre artrópodos marinos en la costa atlántica en 2023, me encontré con una escena espectacular. Fue justo durante ese muestreo, que capturé la foto del camarón pistola que aparece en una de las figuras del libro. Estos animales poseen una pinza modificada en forma de pistola con la que lanzan un pulso extremadamente potente que usan para cazar a sus presas. Es similar a un disparo, pero un tremendamente más ruidoso. Y no solo eso. Es tan poderoso que viaja a una velocidad que se acerca a la de un coche en una autovía, y que es capaz de alcanzar temperaturas de varios miles de grados. En ese viaje, presencié la mayor concentración de camarones pistola que jamás había visto. Me sentía en medio de una escena del salvaje oeste. Cientos y cientos de ellos estaban allí alrededor de mí, cazando y comunicándose entre ellos a disparo limpio, como si fueran vaqueros marinos que se hallaban apostados por doquier. Fue realmente impresionante.

Abeja alzando el vuelo — Schmiddel/iStock

P. El capítulo titulado "Mil maneras de responder a la pregunta: ‘¿Y entonces, pa’ qué sirve un bicho?’" sugiere que los artrópodos tienen múltiples funciones. ¿Cuál de estas funciones crees que tendría el mayor impacto si desaparecieran?

R. Todas. Nuestra extinción sería inevitable. Si, por ejemplo, todos los artrópodos desaparecieran de golpe mañana, no llegaríamos a finales de año, y estamos en septiembre. De hecho, no necesitaríamos que todos desaparecieran; perder una fracción importante de ellos sería suficiente para sellar nuestra extinción. Son tantos, y están involucrados de forma crítica en tantos procesos cruciales que dependemos de ellos de forma total. Preservar la biodiversidad y evitar la extinción de las especies no solo es una cuestión ética, sino que de ello depende nuestra propia supervivencia.

P. ¿Cuál es tu artrópodo favorito y por qué?

R. Como me es imposible elegir, cada vez que me preguntáis digo uno diferente. Hoy me he levantado con ganas de hablar de tarántulas africanas del grupo Harpactirinae. Su tamaño y la forma que tienen de capturar a sus presas, que acechan desde el interior de sus madrigueras, son realmente formidables. También podría hablar de las espectaculares langostas mantis, cuyas patas raptoras son probablemente las herramientas de caza más rápidas del reino animal.

P. ¿Qué esperas que los lectores se lleven consigo después de leer este libro sobre la importancia y la diversidad de los artrópodos?

R. Sobre todo, espero que se diviertan, que se lo pasen bien, que se sorprendan de las maravillas que tenemos en este planeta y que comiencen a ver de una forma diferente esos animales que normalmente llamamos bichos de forma despectiva, para que podamos valorarlos y protegerlos entre todos.

Fuente: https://ift.tt/YUaC293
Publicado: September 17, 2024 at 07:06AM

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