La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una realidad imprescindible en el mundo empresarial. Aunque muchas empresas puedan pensar que su adopción no es urgente en este momento, el verdadero riesgo reside en no preparar hoy las bases necesarias para enfrentar los desafíos del mañana.
OpenAI, líder en el desarrollo de IA, ha propuesto una clasificación de cinco niveles para rastrear el progreso hacia la creación de una inteligencia artificial general (AGI). Estos niveles, que van desde los chatbots actuales hasta sistemas capaces de operar una organización completa, ofrecen una hoja de ruta para entender cómo la IA transformará las empresas. A continuación, exploraremos cada nivel, sus características y las implicaciones que tienen para las organizaciones que deciden adoptar o ignorar esta tecnología.
Nivel 1: Chatbots – IA conversacional
En este primer nivel, la interacción con la IA se basa en que el usuario proporcione una explicación detallada de la tarea empresarial y los datos de partida. A cambio, el sistema ofrece una respuesta en tiempo real, generalmente en uno o dos segundos, facilitando información inmediata y precisa.
Las capacidades de estos chatbots son comparables a las de un empleado junior. Son eficaces en ofrecer respuestas adecuadas para tareas empresariales sencillas, pero requieren una supervisión constante para asegurar la calidad y relevancia de sus aportaciones.
Las consecuencias para las empresas que incorporan chatbots incluyen aumentos moderados en la productividad a través de la optimización de costes operativos. Sin embargo, lo más significativo es que esta integración inicial de la IA sienta las bases para su uso más avanzado en el futuro, permitiendo a las empresas familiarizarse con la tecnología y comenzar a adaptarse a su potencial transformador.
Nivel 2: Reasoners – IA con capacidad de razonar
Avanzando al segundo nivel, los inputs proporcionados a la IA son similares a los utilizados con los chatbots. Sin embargo, la diferencia radica en el output: la respuesta puede tardar entre 10 y 20 segundos, ya que el sistema incorpora un proceso de razonamiento en múltiples pasos para ofrecer soluciones más elaboradas.
Los reasoners poseen capacidades equivalentes a las de un profesional senior. Son capaces de abordar tareas empresariales complejas con mayor precisión y requieren menos supervisión, lo que permite a los empleados centrarse en aspectos más estratégicos de su trabajo.
Las consecuencias de implementar reasoners son aumentos significativos en la productividad y una optimización más profunda de los costes. En este punto, las empresas que adoptan la IA comienzan a destacar notablemente sobre aquellas que no lo hacen, estableciendo una ventaja competitiva basada en la eficiencia y la calidad de sus procesos internos.
Nivel 3: Agentes – IA con capacidad de actuar
En el tercer nivel, la interacción con la IA se intensifica. El usuario no solo explica el objetivo y los datos de partida, sino que también especifica las acciones que el modelo debe realizar para completar una tarea empresarial. El sistema, a su vez, se encarga de ejecutar de manera autónoma una tarea completa, lo que puede llevar horas o incluso días.
Las capacidades de estos agentes son similares a las de un profesional senior altamente competente. Pueden llevar a cabo tareas empresariales complejas casi sin supervisión, liberando recursos humanos y permitiendo a la empresa enfocarse en la innovación y el crecimiento.
Las consecuencias de no adoptar agentes de IA en este nivel son significativas. Las empresas que no los implementen se verán en desventaja frente a competidores con estructuras de costes mucho más eficientes. La automatización avanzada reduce los gastos operativos y aumenta la velocidad y precisión de las operaciones, dejando a las empresas tradicionales rezagadas.
Nivel 4: Innovators – IA con capacidad de innovar
En el cuarto nivel, la interacción con la IA cambia sutilmente. El usuario proporciona el objetivo y las acciones disponibles, pero no especifica cómo deben realizarse. El modelo de IA se encarga de diseñar el mejor plan para llevar a cabo la tarea empresarial de manera innovadora, lo que puede requerir horas o días de procesamiento.
Las capacidades de los innovators superan a las de los seres humanos, ya que pueden alcanzar conclusiones más eficientes y descubrir soluciones no contempladas previamente. Un ejemplo de esto es cómo las máquinas han desarrollado estrategias superiores en juegos como el Go o el ajedrez, superando a los humanos más expertos.
Las consecuencias para las empresas que adoptan innovators son un aumento sustancial en la productividad y una mejora continua de sus modelos operativos. Al perfeccionar los procesos y encontrar nuevas formas de hacer las cosas, estas empresas ganan una ventaja competitiva difícil de igualar por aquellas que no utilizan IA de manera innovadora.
Nivel 5: Organizaciones – IA que Gestiona Empresas
En el nivel más avanzado, el usuario detalla a la IA el objetivo general de la empresa, los datos de partida y las acciones disponibles. El modelo, entonces, se encarga de trazar el mejor plan para maximizar el objetivo empresarial y ejecuta todas las tareas de manera innovadora. Este proceso puede extenderse durante días o semanas, dado su alcance y complejidad.
Las capacidades en este nivel son superiores a las de cualquier ser humano o equipo de trabajo. La IA puede optimizar procesos, descubrir oportunidades y crear estrategias que trascienden las limitaciones humanas, impulsando a la empresa hacia niveles de eficiencia y rendimiento sin precedentes.
Las consecuencias son profundas. Las empresas que solo utilicen agentes de IA enfocados en la optimización de costes no podrán competir con organizaciones que han automatizado de manera innovadora todos sus procesos. Estas organizaciones redefinen los estándares de la industria, establecen nuevos paradigmas y dominan el mercado gracias a su capacidad de adaptarse y evolucionar rápidamente.
La evolución a través de estos niveles demuestra cómo la IA está revolucionando el panorama empresarial. No se trata solo de adoptar una nueva tecnología, sino de transformar la forma en que las empresas operan y compiten. La adopción temprana y estratégica de la IA es más que una ventaja competitiva; es una inversión en la supervivencia y prosperidad futuras. Las empresas que no comiencen hoy a sentar las bases para la integración de la IA enfrentarán desafíos cada vez mayores y, eventualmente, podrían quedar fuera del juego en un mundo cada vez más impulsado por la inteligencia artificial.
Pablo Yusta es CEO de AI Consortivm
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Publicado: September 18, 2024 at 10:06AM
