Comprender cómo ha cambiado el clima en el pasado es esencial para interpretar lo que sucede en el presente, así que miles de científicos de diversas disciplinas buscan respuestas a través de todo tipo de métodos. Los resultados que obtienen suelen ser parciales, limitados en el tiempo o en el espacio, pero ¿qué ha ocurrido en el conjunto del planeta si tomamos como referencia un periodo de tiempo realmente significativo? Un trabajo que acaba de publicar la revista Science responde ahora a esta cuestión con datos inesperados que abarcan casi 500 millones de años.
Los autores, que pertenecen a varias instituciones de EEUU, Reino Unido y China, han desarrollado un método original que combina diversos indicadores indirectos de registros naturales (por ejemplo, testigos de hielo, anillos de los árboles o sedimentos marinos) con simulaciones de modelos climáticos y el resultado revela un abanico de variabilidad climática de la Tierra mucho más amplio de lo que se creía hasta ahora. En los últimos 485 millones de años, la temperatura media global ha oscilado entre los 11ºC y los 36ºC, es decir, que ha variado hasta 25ºC. Esto significa que el planeta ha alternado momentos extremadamente fríos, con grandes zonas completamente congeladas, y la ausencia casi total de hielo.
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La investigación identifica cinco estados climáticos distintos a lo largo del Fanerozoico. Este período de tiempo geológico abarca 540 millones de años, desde la aparición de las primeras formas de vida complejas que han quedado en el registro fósil hasta nuestros días. El estudio solo llega a los últimos 485 millones de años, porque ir más atrás en el tiempo implica tener datos menos fiables, pero muestra que la mayor parte de la historia de la Tierra transcurrió en climas bastante cálidos. La temperatura global actual, en torno a los 15ºC (aunque el calentamiento global ya hace mella y puntualmente este año se han superado los 17ºC), está lejos de los valores máximos alcanzados en el pasado.
No obstante, uno de los hallazgos más importantes es el fuerte vínculo entre las temperaturas globales y los niveles de dióxido de carbono atmosférico, lo que sugiere que el CO2 ha sido el principal impulsor de los cambios climáticos durante este período. "Cuando el CO2 es bajo, la temperatura es fría; cuando el CO2 es alto, la temperatura es cálida", resume Jessica Tierney, paleoclimatóloga de la Universidad de Arizona y coautora del estudio.
Una “historia completa” del pasado
Los expertos independientes destacan la importancia de este estudio. Por primera vez, una investigación aporta “una historia completa” del clima del pasado en un periodo tan amplio, destaca en declaraciones a El Confidencial Armand Hernández, paleoclimatólogo Ramón y Cajal del Centro Interdisciplinar de Química y Biología, de la Universidad de La Coruña (CICA-UDC). “Hay muchas reconstrucciones del clima del pasado, pero no como esta”, asegura. “La incertidumbre es mayor en algunos periodos, sobre todo yendo más atrás”, pero en conjunto la variación de la temperatura que muestra “es muy relevante”, aunque hay que tener en cuenta que “la escala temporal también lo es”, añade.
“Este trabajo es un paso significativo para comprender mejor el clima pasado que nos ayuda a enmarcar el actual cambio climático y las proyecciones futuras”, afirma Ernesto Rodríguez Camino, meteorólogo superior del Estado y miembro de la Asociación Meteorológica Española, en declaraciones a Science Media Centre (SMC). Este especialista valora la asimilación de datos empleada en este trabajo (los registros físicos naturales, que incluye más de 150.000, con las simulaciones de los modelos climáticos), porque “se ha utilizado de forma rutinaria en la predicción numérica del tiempo por parte de los servicios meteorológicos para realizar sus predicciones operativas, pero su uso en paleoclimatología ha sido muy escaso hasta la fecha”.
Según explica, “esta metodología proporciona una visión coherente de las diferentes variables que definen el clima pasado y permite rellenar lagunas espaciales y temporales”. El resultado es que “las variaciones de temperatura en todo el Fanerozoico son mayores de lo que se había estimado hasta ahora”. Si la Tierra ha tenido periodos tan fríos como para registrar 11ºC de media global, esto significaría que tuvo “grandes mantos de hielos”. Por el contrario, 36ºC es una temperatura extraordinariamente cálida en la que no cabe imaginar ni rastro de ellos.
“Ya se sabía que en épocas más antiguas han predominado periodos mucho más cálidos que el actual, pero no se pensaba que pudiera haber tanto cambio con respecto a los periodos más fríos”, comenta José Miguel Viñas, divulgador científico y meteorólogo de Meteored. Las temperaturas más altas del pasado son “un escenario de ciencia ficción” para nuestras escalas actuales y difícilmente podrían ser compatibles con las formas de vida que conocemos en el planeta actual.
El incremento CO2 y la escala temporal: un problema de velocidad
De hecho, aunque el estudio de Science es clave para comprender la trayectoria climática de la Tierra y los cambios asociados a ella, en el fondo, lo más importante son las implicaciones que tiene para la época actual. “Para entender el presente y lo que puede pasar el futuro, es fundamental conocer el pasado y darle contexto a lo que ocurre ahora”, afirma Armand Hernández. Por eso, en su opinión, el dato más relevante del estudio es que “demuestra que el clima de la Tierra está muy ligado a los gases de efecto invernadero y, en especial, el CO2, que marca mucho la evolución climática, ya sea de origen natural o, como ahora, de origen humano”, explica Hernández.
Para Viñas, lo más llamativo del estudio también es que ha podido determinar la estrecha relación que tiene la temperatura del planeta con el CO2 en todas las épocas. “Hasta ahora, siempre podían surgir dudas acerca de que, en algún momento, haya habido otros factores más dominantes, pero el artículo indica que la sensibilidad de la temperatura al CO2 es más alta de lo que se pensaba y esto tiene mucho que ver con la situación que vivimos ahora mismo, con un dióxido de carbono que sigue aumentando por culpa de nuestras actividades”, explica.
Aunque “siempre ha habido efecto invernadero”, asegura el experto del CICA-UDC, “la diferencia es de dónde procede”. Al ver los datos del pasado, la velocidad es lo que más llama la atención. “En el estudio se ven subidas y bajadas del dióxido de carbono muy marcadas, pero en un proceso que se prolonga durante millones y millones de años, mientras que lo que está pasando ahora sucede desde la Revolución Industrial. Ahí está la gran diferencia”, agrega.
En realidad, esos datos que indican un contraste tan marcado entre la velocidad de los cambios climáticos del pasado y el actual no hacen más que reforzar el consenso científico sobre el origen artificial del calentamiento del planeta que vivimos en nuestra época. “No cabe duda de que el factor principal es la influencia humana. ¿Cambios climáticos ha habido antes? Sí. ¿A la velocidad del actual? No”, resume Hernández. “La Tierra va a seguir funcionando, el problema es que la velocidad del cambio dificulta adaptarse y, por lo tanto, repercute en la biodiversidad”, añade.
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“Estos cambios han sido siempre relativamente lentos”, coincide Fidel González Rouco, profesor de investigación en el Instituto de Geociencias (IGEO, centro mixto del CSIC y la Universidad Complutense de Madrid), en declaraciones a SMC. Por eso, el trabajo publicado en Science “permite reflexionar sobre los riesgos de generar actualmente cambios rápidos en las concentraciones de CO2 y otros gases de efecto invernadero debido a las emisiones asociadas a las actividades humanas”.
El periodo que abarca el estudio es difícil de imaginar en nuestra escala humana. Los 200.000 o 300.000 años que lleva el Homo sapiens en el planeta no son más que un suspiro en comparación con los casi 500 millones de años que abarca el estudio. En todo este periodo, la deriva continental ha transformado varias veces el mundo y ha aparecido y desaparecido un número incalculable de animales y plantas. Nuestra especie evolucionó en un contexto relativamente frío “que no refleja la mayor parte de la historia geológica", asegura Tierney, la coautora de la Universidad de Arizona. "Estamos transformando el clima hacia algo que realmente está fuera de contexto para los humanos. El planeta ha sido y puede ser más cálido, pero ni nosotros ni los animales podemos adaptarnos tan rápido", destaca.
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Publicado: September 19, 2024 at 12:05PM