Los científicos aún no han logrado determinar con certeza el origen del covid-19, cinco años después de la aparición de esa pandemia que paralizó al mundo.
Los primeros casos se detectaron a finales de 2019 en Wuhan, pero dos teorías se contraponen.
Una sostiene que todo se originó en una fuga de un laboratorio donde se estudiaban virus relacionados con este coronavirus. La otra, que se transfirió a los humanos a través de un animal intermediario en un mercado de esa ciudad del centro de China.
Esta última hipótesis es la que tiene mayor respaldo en la comunidad científica.
El estudio publicado en la revista Cell se basa en el análisis de más de 800 muestras recogidas en ese mercado donde se vendían diferentes especies de animales silvestres.
Las muestras se recogieron en enero de 2020, después del cierre del mercado, en superficies planas y puestos del mercado, incluidos los de venta de animales silvestres, así como en las alcantarillas del lugar.
Los datos recabados, puestos a disposición de los investigadores por científicos chinos, "no nos permiten decir con seguridad si los animales [del mercado] estaban infectados", señala una de las autoras del estudio, Florence Débarre, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS).
Pero "nuestro estudio nos permite confirmar que a finales de 2019 había animales silvestres en ese mercado, en particular de especies como perros mapaches o civetas. Y que esos animales estaban presentes en la esquina suroeste del mercado, que también es una zona donde se ha detectado mucho SARS-CoV-2", el virus causante del covid-19, explicó Débarre a AFP.
La presencia en el mercado de esas especies, identificadas como probables huéspedes intermedios del virus entre los murciélagos y los humanos, ha sido cuestionada y hasta ahora sólo existían pruebas fotográficas y los resultados de un estudio que describía los animales vendidos en Wuhan.
Jaulas infectadas
En el marco del estudio se analizaron "carros de animales, una jaula, un carro de basura y una máquina para quitar pelos y plumas de un puesto de fauna salvaje" que dieron positivo en SARS-CoV-2. En estas muestras se encontró "más ADN de especies de mamíferos salvajes que humano".
En las muestras se halló ADN de especies como las civetas, las ratas de bambú y los perros mapaches.
"Estos datos indican que los animales presentes en este puesto liberaron el SARS-CoV-2 detectado en el material para animales o que los primeros casos en humanos no señalados de covid-19 emitieron el virus exactamente en el mismo lugar que los animales detectados", explican los autores del estudio.
Otro elemento apuntala la hipótesis del mercado como punto de partida de la propagación del virus.
El estudio determina en efecto que la cepa original del SARS-CoV-2 encontrada en las muestras recogidas en ese lugar es "genéticamente idéntica" a la de la pandemia en su conjunto.
"Esto significa que la diversidad precoz del virus se encuentra en el mercado, como es de esperar si este es el lugar de la aparición" del virus, explica Débarre.
Este nuevo estudio "proporciona pruebas muy sólidas de que los puestos de fauna salvaje del mercado […] fueron un foco de aparición de la pandemia de covid-19", declaró James Wood, epidemiólogo en la Universidad de Cambridge, al organismo Science Media Center.
"Este trabajo es importante", estima, ya que pese a los esfuerzos "a escala mundial para reforzar la bioseguridad en los laboratorios […], se hizo poco o nada para limitar el comercio de animales silvestres vivos, la pérdida de biodiversidad o los cambios en el uso de las tierras, que son los verdaderos impulsores probables del surgimiento de pandemias pasadas y futuras", subraya.
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Publicado: September 19, 2024 at 03:49PM