Increíble: El valor de X cae por debajo de los $10 mil millones y sigue desplomándose

Elon Musk compró Twitter por $44 mil millones en 2022. Ahora vale menos de una cuarta parte de eso, según una nueva divulgación financiera de la firma de inversión Fidelity.

Como informó TechCrunch, documentos financieros recién publicados por el inversor muestran que X Holdings Corp ha sufrido una gran reducción de valor. Cuando Musk compró Twitter hace dos años, Fidelity invirtió $19.66 mil millones en la compañía a través de su Blue Chip Fund. Hasta el momento, Fidelity estima que el valor de esa inversión ha caído más del 78% desde entonces, a $4.19 mil millones.

Esto no es un hecho aislado

No es la primera vez que la firma de inversión sufre una pérdida con la red social. Sus informes financieros muestran un historial de la caída del valor de X. Un año después de su inversión inicial en 2022, el valor había bajado un 65% y continúa deslizándose con cada divulgación financiera. A finales de julio, Fidelity valoró sus inversiones en $5.5 mil millones.

Es fácil ver por qué. La mayoría de los grandes anunciantes de Twitter huyeron cuando se convirtió en X. Los cambios que Musk realizó en el sitio ahuyentaron a usuarios habituales, permitieron que los bots proliferaran y llenaron los feeds de contenido nazi y pseudo-nazi. Una empresa de automóviles no quiere anunciarse sobre una publicación de un usuario anónimo con un avatar de anime pidiendo genocidio.

Cuando se le confrontó sobre esto en una entrevista a finales del año pasado, Musk le dijo a los anunciantes que se fueran al diablo. «Si alguien va a intentar chantajearme con publicidad, chantajearme con dinero, vete al diablo», dijo.

Si los anunciantes no regresan, Musk afirmó, la compañía morirá.

“Eso es lo que todos en la Tierra sabrán. Desapareceremos, y será debido a un boicot de los anunciantes”. Sorprendentemente, el mensaje no trajo de vuelta a los anunciantes. El giro político de Musk hacia la derecha tampoco lo ha acercado al público ni a los anunciantes. En los últimos meses, ha estado tuiteando teorías de conspiración sobre inmigración y destinando dinero a un PAC pro-Trump.

Y la caída siguió…

X perdió aún más usuarios durante el verano cuando fue desconectado en Brasil. Musk entró en conflicto con un juez del país antes de finalmente ceder a sus demandas. Pero el daño ya estaba hecho; millones de usuarios en Brasil comenzaron cuentas en otros sitios, y aún no se sabe si regresarán a la plataforma.

Musk, quien se ha autoproclamado un absolutista de la libertad de expresión, estaba peleando con Brasil por lo que él llamó censura. Sin embargo, X prohibió al periodista Ken Klippenstein después de que publicó un expediente sobre J.D. Vance que obtuvo de piratas informáticos iraníes. El sitio ha bloqueado el acceso al material y lo ha marcado como «potencialmente dañino» cuando las personas intentan compartirlo.

Cuando X era Twitter durante las elecciones presidenciales de 2020, se hizo algo similar para suprimir archivos extraídos de la laptop de Hunter Biden. Musk lo llamó un acto de censura, compró la empresa y publicó extensos «Twitter Files» que, según él, revelaban la colusión entre los niveles más altos del gobierno y la red social.

Cuatro años después, X está haciendo exactamente lo mismo de nuevo. Pero ahora Twitter es X, los políticos en el centro de la controversia de documentos pirateados son republicanos, no demócratas, y la compañía de Musk vale $9.4 mil millones en lugar de los $44 mil millones que pagó por ella.

Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas H. Aquí podrás encontrar la versión original.