Científicos detectan un mecanismo en física cuántica que podría permitir viajar en el tiempo

Dentro de todos los avances que se esperan alcanzar con el desarrollo tecnológico, uno de los que lleva más tiempo como objetivo, y que para algunos es imposible que suceda, es el de viajar en el tiempo. Desde tiempos inmemorables, se ha fantaseado con esta idea, y de cómo se podría llevar a la realidad, pero lo más cercano que hemos visto hasta ahoar ha sido el coche de Doc en la película de Regreso al futuro.

Pero un artículo en la revista Physical Review Letters, escrito por la profesora de física en la Universidad de Washington, Kater Murch, ha revelado el descubrimiento de un mecanismo de física cuántica que podría hacer viables los viajes en el tiempo.

Todo ello es gracias a el descubrimiento de una característica de los sensores cuánticos llamada retrospección. Dentro de la tecnología cuántica, un sensor cuántico utiliza propiedades de la mecánica cuántica para medir, con la mayor precisión posible, magnitudes físicas como la frecuencia, la aceleración, los campos eléctricos y magnéticos o la temperatura.

Esto nuevo concepto podría permitir a los científicos hacer algo como mirar hacia atrás en el tiempo para saber cómo ha ocurrido algo, para ponerlo de una manera más sencilla de comprender, como si fuera un vídeo y das marcha atrás.

Esto se debe al proceso de entrelazamiento de dos partículas diminutas, llamadas cúbits, que giran en direcciones opuestas formando así el fenómeno conocido como retrospección el cual permite a los científicos utilizar información del futuro para entender mejor lo que sucedió con el primer cúbit en el pasado.

Este descubrimiento pone en entredicho la compresión del tiempo que tenemos hasta ahora, y nos puede ayudar a realizar mediciones con una precisión extraordinaria, por ejemplo, en astronomía nos permitiría observar comportamiento de las estrellas y galaxias en el pasado lo que ayudaría a comprender muchas de las cosas que hay hoy en día.

O en medicina, revolucionar la forma en la que detectamos enfermedades y cómo podemos tratarlas de una manera más eficiente. Lo cierto que poder viajar en el tiempo físicamente es todavía algo muy lejano, pero este descubrimiento nos acerca a un futuro donde conocer con precisión que pasaba en el pasado es posible, y de seguir desarrollándolo este objetivo se podría convertir en realidad.

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