El “Glaciar del Fin del Mundo” de la Antártida podría desaparecer para el siglo 23

Lo que se conoce como Glaciar del Fin del Mundo en la Antártida podría desaparecer por completo en menos de dos siglos. Es una de las aterradoras conclusiones a las que llegó un equipo de científicos británicos y estadounidenses, que durante los últimos seis años han estado estudiando a la descomunal masa de hielo. 

Aunque en términos de superficie total el Glaciar Thwaites no es el más grande del mundo con sus 120 kilómetros de ancho, sí es más grande que Florida con sus 192.000 kilómetros cuadrados, y su espesor de más de 2.000 metros en algunos lugares. Como es tan enorme, contiene una cantidad de agua que podría elevar el nivel de los mares en más de 65 centímetros. Su derretimiento ya es responsable del 4% del aumento del nivel de los mares del mundo. Su colapso sería catastrófico, y ahora parece que eso podría suceder para el siglo 23, según los nuevos datos. 

Desde 2018, el glaciar ha sido objeto de estudio en la Colaboración Internacional del Glaciar Thwaites (ICTG). Esta semana los investigadores presentaron sus observaciones en una reunión del Estudio Británico Antártico. Se descubrió este glaciar en 1940 y desde entonces su tamaño se reduce todo el tiempo, tendencia que el equipo considera se acelerará. 

Se achica

“Durante más de 80 años el Thwaites ha estado retrocediendo, y en estos últimos 30 años ese proceso se aceleró considerablemente. Nuestros hallazgos indican que esa aceleración continuará”, dijo Rob Larter, geofísico marino del BAS y miembro del ITGC en un comunicado de prensa. “Hay consenso de que su achicamiento se acelerará en el próximo siglo, y también hay preocupación de otros procesos revelados por los estudios recientes que todavía no se han analizado como para incorporarlos a grandes modelos de escala, pero indican que esa aceleración podría producirse antes de lo pensado”. 

Si el Thwaites se derritiera o colapsa, los efectos serían severos. Un cálculo reciente predijo que los niveles del mal en las costas estadounidenses se elevarán hasta 46 centrímetros para 2050. Eso resultaría en inundaciones catastróficas, según la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica. La situación podría empeorar más rápido si aumenta el ritmo de achicamiento del Thwaites. 

En los últimos años no ha habido espacio para ser optimistas. En 2022, otro estudio examinó las grietas submarinas del glaciar y halló que en un momento se movió dos veces más rápido de lo observado. Es información que preocupa porque los científicos indican que podría volver a suceder, y eso desestabilizaría más la situación que ya es motivo de alarma. 

La investigación anterior del ITGC reveló que aunque el glaciar se derrite más lentamente de lo que se había pronosticado, hay degradación en grietas y puntos débiles de la estructura de hielo, y con ello aumenta el riesgo de que colapse. La reducción de emisiones globales tendría un efecto positivo, pero los datos no son alentadores.

Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas H. Aquí podrás encontrar la versión original.