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Si nuestra pareja es feliz, generamos menos hormonas del estrés

Podemos decir sin miedo a equivocarnos que la calidad de las relaciones sociales afecta directamente a nuestro bienestar. Todos lo hemos vivido alguna vez de primera mano: al discutir con un amigo o con nuestra pareja, al preocuparnos por el estado de salud de un familiar, si alguien en nuestro entorno está triste o irascible… todo ello puede llegar a angustiarnos profundamente, y eso afecta a nuestros niveles de estrés.

Pero no se trata solamente de una sensación: así lo han confirmado también varias investigaciones llevadas a cabo por la prestigiosa universidad de Harvard, que desde hace décadas dedica parte de sus esfuerzos a estudiar qué consigue crear y sostener la felicidad en el ser humano. 

Las conclusiones son varias, y en general apuntan a que este estado de ánimo puede mejorar significativamente satisfaciendo ciertas necesidades relacionadas con nuestra vida cotidiana, donde uno de los pilares fundamentales es nada más y nada menos que las relaciones con las personas de nuestro entorno. 

Y es que el ser humano es un animal de naturaleza social, necesitamos una red de apoyo para prosperar, y a nivel científico esto se ha notado en dos aspectos: 

  • Las personas que están más vinculadas a su entorno generalmente viven más tiempo y están más saludables. 
  • Cualquier relación, incluso los lazos débiles, estimulan nuestro cerebro y contribuyen al bienestar.

Ahora, un nuevo estudio de realizado en conjunto por expertos en psicología de varias universidades de Estados Unidos y Canadá ha podido demostrar cómo afecta la felicidad de nuestras parejas íntimas a los niveles de hormonas del estrés presentes en nuestro cuerpo. Los resultados se han publicado en la revista Psychoneuroendocrinology.

¿qué ocurre en nuestro cerebro?

Por mucho que nos pasaran cosas buenas, el estado de ánimo asociado a la felicidad no ocurriría si nuestro organismo no generara una serie de reacciones químicas, que se desencadenan a partir de los estímulos que recibe nuestro cerebro. 

A continuación este órgano segrega ciertas hormonas, en este caso la serotonina, las endorfinas, la dopamina o la oxitocina, que producen sentimientos asociados al bienestar y la alegría. Pero también podría ocurrir todo lo contrario: nuestro organismo puede liberar también las conocidas como hormonas del estrés, como el cortisol o la adrenalina. 

Aunque el cortisol está presente siempre en nuestro cuerpo, varios estudios han demostrado que las emociones negativas están directamente vinculadas a un nivel más alto de esta hormona. Si este estado se mantiene crónicamente en el tiempo, puede empeorar la salud general de las personas. Por tanto, rodearnos de emociones positivas y de un estado de ánimo feliz beneficia físicamente a nuestro organismo. 

A medida que envejecemos, esto se vuelve especialmente importante porque nuestra respuesta ante el estrés es más extrema, y provocamos subidas más repentinas del nivel de cortisol que nuestro cuerpo no puede mitigar. 

Pero, ¿cómo lo podemos solucionar? La nueva investigación sugiere que aquellas personas de edad adulta que cuentan con el apoyo de una pareja feliz consiguen regular mejor la producción de cortisol. 

la felicidad, el estrés y las relaciones

Así, los científicos han comparado los datos obtenidos de más de 300 personas adultas entre los 56 y los 87 años de edad sobre su estado emocional y satisfacción en las relaciones sociales e íntimas, con los niveles de cortisol medidos en su organismo en distintos momentos del día. 

Los resultados fueron muy concluyentes: las personas producen menos cortisol en aquellos momentos en los que su pareja transmite felicidad, incluso en niveles inferiores que cuando son ellas mismas las que están felices. Además, esto se acentuaba con aquellas relaciones de calidad más satisfactoria, y también en las personas con la edad más avanzada. En cambio, no existe una relación definitiva entre los niveles de cortisol de una persona y las emociones negativas de su pareja. 

Esto sólo puede significar una cosa: la felicidad de nuestra pareja puede mejorar nuestro bienestar más allá de lograr producir también en nosotros algunas de las hormonas de la felicidad, disminuyen nuestro estrés. En este sentido, el apoyo de un ser querido puede protegernos de respuestas fisiológicas extremas, sobre todo en las personas adultas.

Hay que tener en cuenta que, tal y como te contábamos en otro artículo de National Geographic, a medida que envejecemos nos cuesta más generar felicidad. Para ello, Arthur Brooks, científico social y experto en felicidad de Harvard, tiene una respuesta: cuando llega la edad adulta tenemos que centrarnos en cultivar relaciones estables y saludables, y mantenernos activos de forma física, mental y social.

Fuente: https://ift.tt/YHeUAht
Publicado: October 23, 2024 at 07:09AM

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