Con más de una década de investigación a las espaldas, Noemí Casquet se ha convertido en uno de los nombres más reconocidos dentro de la sexualidad. De origen catalán y con 32 años de edad, la periodista y divulgadora ya es considerada toda una experta en este tema, del que imparte cursos, charlas y sobre el que tiene escritos distintos libros como la trilogía formada por Zorras, Malas y Libres, que fue adaptada al formato audiovisual por Atresplayer. Tras este éxito, también lanzó la bilogía compuesta por Cuerpos y Almas.
En redes sociales acumula millones de seguidores, tanto en TikTok como en X o Instagram. Y es precisamente a través de estas plataformas donde divulga contenido especializado y habla, de manera muy natural, sobre sexo, ese tema tan tabú para muchos.
Uno de los últimos proyectos de la divulgadora y activista sexual es Talk As You Are, de Control España, la serie de vídeo-podcasts conducida por el presentador Uri Sabat, en la que éste consigue sacar el lado más íntimo y personal de algunos de los rostros más reconocidos de redes sociales, hablando sin tapujos de cómo viven el amor, sexo y sexualidad. Y, precisamente en esta producción es donde Noemí ha hablado de distintos temas cómo la relación entre la salud mental y el sexo, o sobre menopausia, pero también de otros cotidianos como lo que a las mujeres no nos gusta en la cama. Pero, ¿qué es exactamente?
1. La ausencia de comunicación
Algo que sin duda no les gusta a las mujeres es que se den por sentadas las cosas cuando hablamos de sexo. Con esto nos referimos a incorporar nuevas prácticas sin avisar a tu pareja, asumiendo que le van a gustar. Hay que preguntar, conocer y saber si puede apetecerle o interesarle probar según que prácticas. La comunicación es la fuente del disfrute. Y, por el contrario, la ausencia de comunicación puede afectar a la hora de llegar al orgasmo, de hecho, el 35% de las mujeres ha fingido ocasionalmente un orgasmo según los datos recogidos en el XII Barómetro de Control: Los españoles y el sexo.
2. Coitocentrar las relaciones sexuales
"Nos han metido en la cabeza que el sexo casi es un manual, de cómo empieza: nos besamos, un poco de masturbación o caricias, sexo oral (si lo hay) y penetración una y otra vez. Un manual que puede llevar a que sean muchas las personas que experimenten pereza de cara al sexo, porque cumplir esta línea es algo que puede llegar a ser agotador", cuenta Noemí Casquet. La mayoría de la gente piensa que la penetración es el acto principal o el único de las relaciones sexuales, sin embargo, esto nos lleva a dejar de lado algo más poderoso que es la totalidad de nuestro cuerpo".
3. Ignorar que el Punto G femenino está en el clítoris
Este punto está muy relacionado con lo anterior, la mayoría de las veces se olvida el clítoris (u otras zonas erógenas que pueden dar mucho placer). Muchas mujeres necesitan la estimulación externa para llegar al orgasmo. "Si desconectamos de nuestro cuerpo y nos concentramos en el placer mientras pensamos que queremos sentir desde la punta de los pies a la cabeza, podemos llegar a sentir orgasmos por todo el cuerpo, lo que llamamos orgasmo expandido", cuenta Casquet.
4. Adecuar el sexo a lo que vemos
"Los contenidos audiovisuales nos han metido en la cabeza que la pasión es igual a velocidad, es decir, nos arrancamos la ropa, nos cogemos en brazos… con una brusquedad e intensidad que en muchas ocasiones lleva a un ritmo que es realmente agotador", puntualiza la divulgadora.
Esto nos lleva a pensar que, muchas veces, la pasión es igual a brusquedad, rapidez e intensidad, sin embargo, la pasión también es acariciarse, mirarse a los ojos, y abrazarse. Esta concepción, muchas veces, se relaciona con el intento de replicar lo que se ve en el porno. Según el barómetro de Control España, "casi la mitad de la población encuestada ha consumido porno entre los 14 y 16 años, edades clave para el desarrollo sexual que puede verse afectado negativamente por la industria pornográfica".
Nos han metido en la cabeza que la pasión es igual a velocidad
5. Tener que cumplir todas las fantasías
Como personas individuales, cada uno tiene sus propias fantasías y está bien proponerlas a tu pareja si esta está de acuerdo para cumplirla, pero no tiene porque siempre ser así. "Hay que probarlo todo en esta vida, pero cada vez tengo más presente que hay muchas fantasías que simplemente están bien que se queden en la cabeza, porque a lo mejor son simplemente eso, una fantasía y no resulta necesario llevarlas a la realidad", puntualiza Casquet.
En este punto, la periodista experta en sexo recomienda un juego para hacer en pareja que consiste en quedarse en casa, ponerse una buena peli y pedir unas pizzas y, coger unos papelitos en los que, sin que los vea tu pareja, cada uno escriba sus fantasías. Éstas se meten en un bote y, de una en una, se van abriendo sin saber qué fantasía es de quien y se van comentando. Así, para futuro, ya se puede tener una idea de qué se puede llevar a la práctica y que gusta a ambos, y que fantasías es mejor que se queden en la cabeza. Además, de las fantasías sexuales también se pueden introducir juguetes.
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Publicado: October 20, 2024 at 11:50PM